Que lejos quedo esto, no?, 147 dias atras...

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Capítulo 16: "osadía, locura y hazaña"


   Ante la mirada un tanto complaciente del rey humano decidí planear mis ideas, tenía que encontrar mil formas para debilitar a mí padre, era nada más ni nada menos que uno de los seres más temidos… y en mis crudas condiciones podía ser fatal enfrentármelo así de una manera tan despareja…

   Abadeer no participaría, ya estaba escrito que así sería, por lo menos así lo había informado cuando había hablado con él… por otro lado mis camaradas del inframundo tampoco me apoyarían ya que ir contra el rey de los vampiros según su lógica terminaba por ser poco más que un delirio… Marceline tampoco me apoyaría ya que según ella debería dejar de pensar estupideces bonita forma de decirme que no quería saber nada conmigo… con el rey helado no se puede contar para nada, así que daba igual…

   Me preguntaron si tenía más apoyo, claramente les respondí que no… que de llevarse a cabo la idea nos veríamos en problemas, más que nada de índole de potencia, nosotros poco daño le podíamos causar a mi padre… ya que su halo de poder nos superaba con grandes creces… la operación debía ser coordinada milimétricamente, planificada hasta el punto que en el fragor de la batalla otros se nos unan, de lo contrario, estábamos acabados antes de comenzar

   

   -La guerra indudablemente no puede ser llevada a cabo en la nocheosfera, en ese lugar estaríamos en claras desventajas señor- le comenté, -aquí tenemos un aliado incondicional- les afirmé, miré hacia arriba donde la luna se posicionaba…

   -Por más que los tuyos no vengan nosotros estaremos preparados para hacerlo lo mejor que podamos, somos un ejército de elite, altamente calificado para operaciones “imposibles”- me aseguró…

   -eso es bueno, no me gustaría quedar solo enfrentándome a la bestia…

   -Olvídate de eso, no va a ser necesario que te enfrentes a tú padre, nosotros nos encargaremos de todo, incluso de la táctica militar, vamos a hacer un nuevo mundo para la nueva humanidad que vendrá…

   -bien, y yo no deberé preocuparme porque mi padre me quiera comer… es un buen pacto amigo mío- le comenté y me reí… al poco tiempo me fui a pasear por el lugar, revisar los lugares más interesantes para emboscar a alguien como mi padre, desde ya tenía que ser un lugar muy amplió, donde la luz de los rayos de sol den de lleno en cualquier lugar, pensé en la nieve aunque traería inconvenientes para los soldados… y luego llegué al desierto, podía ser duro luchar en un lugar arenoso, aunque también se dificultaría a mi padre si se transformaba en su forma demoníaca… la caminata se hacia el doble de difícil, y encontrar algún lugar en donde crear el portal se hacía más que complicado…

   Observé desde donde salía el sol y hacia donde se ocultaba, siempre daba el sol, incluso por las noches  había una leve sensación de calor… que producía un sofocamiento, lo cual debilitaría más a mí padre… no es comparación el daño que debería recibir con el sol al de la luna pero de extenderse el combate… cualquier cosa es bienvenida

   Debí llevar una piedra al punto de encuentro… desde ahí viajaría y traería a mí padre al planeta tierra, si este no me atrapaba antes… imaginé la batalla varias ocasiones, dos veces salí perdiendo, tres veces salimos vencedores… otras cuatro no sabía si ganamos o perdimos, aunque mi padre estaba derrotado… las probabilidades aumentaban mucho si Abadeer se aparecía, en tal caso era cuestión de tiempo nada más

   -Buenos días gente- le comenté…

   -Buenos días Marshall Lee, veo que vuelves por más…

   -Sí claro, quería preguntarte si la batalla ganaré- la bruja celestial me miraba…

   -Eso es relativo Marshall, ¿A qué le llamas “ganar”?...

   -Si no moriré- afirmé…

   -Puede que sí, o puede que no… según lo que hagas mañana- me ratificó…

   -¿vendrá apoyo?-… ella se reía… “jojojojo”

   -Tal vez sí, tal vez no… si tienes tantas dudas Marshall, y no confías en que la cosa salga bien, suspéndelo, simple…

   -No, eso no lo haré, muchas veces me acusaron de ser un perrito faldero de mi padre, ahora que es él o yo, no dejaré pasar esta oportunidad…

   -Tus posibilidades de éxito son cerca del 5% con la ayuda de los humanos... si el ejército de tú padre participa habrá un 0,33% de éxito, cualquiera diría que la derrota sería aplastante… aunque hay muchos otros factores Marshall, si yo decido ayudarte la posibilidad se duplica, aunque sabes de sobras que no te ayudaré, me vales más muerto- y se volvía a reír

   -entonces… ¿no triunfaré?- comenté con la voz rota… -seguramente el ejército de mí padre al ver a su líder en peligro aparecerá… puede ser una masacre

   -Lo será, ganes o pierdas, muertos de ambos bandos habrá…

   -Valgamen… eso no esperaba oírlo tan abruptamente…tan directamente, pensé que darías muchas más vueltas para contarme esto… bueno vieja bruja, entonces…

   -¿Decidiste no ir?-…

   -Claro que no, sería un suicidio ir-… le respondí…

   -Muy sensato de tú parte, disfruta la vida mientras puedas Marshall, no habría forma que vencieras a ese monstruo…

   -Sí, lo haré…

   

   Regresado a mi casa en la tierra me encontré mirando las estrellas, comencé a tocar mi guitarra a cantar las cursilerías que podían ocurrírsele a la gente como Marceline, y pensé que sí estaba convencido de ir… que ya no aguantaba más continuar de esa forma, si tenía que morir bienvenida la muerte a mí eterna vida…

   Nadie respondió más que los humanos a la solicitud de ayuda, por carta había sido entregada hacía ya unas horas atrás por mis siervos más leales y más atados a mí voluntad… por lo menos esperaba que Marceline dijera que no lo hiciera… así que de ultima…

   -Bueno, antes que nada gracias por venir, no creí que un grupo de mortales aceptará algo como esto… son el único apoyo que tendré, aún puede ser cancelado el ataque señores- les decía apoyándome en una mesa con la táctica descrita…

   -La un decima infantería de hombres de chicle ya lo ha decidido, no hay modo de retroceder el avance señor Lee, verá si una cosa tenemos en claro es que los vampiros deben ser erradicados…

   -Soy un vampiro- les comenté con cierto reproche a sus dichos…

   -Siempre con excepciones señor, no se ofenda…

   -No estamos aquí para eliminar a los vampiros, ¡es una locura!, buscamos la cabeza de mi padre, ¿no es así?...

   -Entendido, si fue quien planifico el ataque masivo, de momento habrá tregua contra los vampiros… tan sólo nos abocaremos a darle caza…

   -¿Qué tal sus soldados?-…

   -Fueron preparados durante muchos años de entrenamiento, son la elite de los guerreros que la raza humana había engendrado antes de la guerra… en términos que puedas entender, son indestructible- afirmó con mucha confianza… -luego de los acontecimientos que uno de nuestros grupos de rescate tuvieron muchos de los decesos fueron investigados, en términos fáciles, estamos preparados para lo que se vendrá…

   -Me alegra oír eso, aunque… digo, acá van a haber demonios, ustedes son de chicle… fuego, mucho fuego- le dije… al parecer no lo habían pensado

   -Un error es un error, no vamos a ser derrotados precisamente por eso- me comentó el general… -veremos lo que pasa…

   -¿no tienen miedo a morir?- le pregunté… su respuesta fue clara, -no si la patria y la humanidad lo demandan…

   Por dentro pensaba que realmente estaban completamente locos… aunque seguramente aprendí una o dos esos breves momentos que compartimos juntos

   Me estrechó la mano el rey de los hombres de chicle, salude al general de la operación y que fuese lo que fuese… me metí al portal que había conformado, no casualmente aparecí en casa… eso lo tenía fríamente calculado no una, sino unas cuantas veces, muchísimas veces

   Me acerqué con sigilo hasta el altar de mí padre e inmediatamente lo increpé con más cerebro que coraje y eso ya es mucho por decir

   -¡Tú!- le grité apuntándole con mi dedo de forma cómica más que amenazante, nada podía amenazar a mí padre… -Es tú hora padre, ven conmigo, ¡Pelea!- le grité, se puso de pie… no menos de cinco metros de altura, yo a su lado como siempre quedaba reducido a la nada…

   -He esperado muchos años esto hijo, y sabes que no eres el primero de la lista a la que me enfrente… por algo soy considerado el señor eterno de este lugar… y tú, no te ves del todo bien, deberías recuperarte de esa sangre infectada que tienes… por tú bien

   …

   -¡Siempre me subestimas papá!, ¡Ya no más!, Hoy es el día que estaba pactado para que seas derrocado de una vez por todas, ¡ya no más!...

   -¿Entregando el reinado a Abadeer?- me preguntó…

   -Abadeer no me importa es una basura al igual que lo eres tú…

   -¿Y tú crees que serás diferente?, No vivas ridiculeces Marshall, desde niño fuiste capricho tras capricho… que esto no te gustaba, que lo otro tampoco, así hasta el día de hoy… ¿qué paso con tú novia Marshall?... ¿cuál de todas? Te preguntas… la niña Abadeer…

   -¡Lo ves!, te vengo a desafiar y me preguntas por mí novia… deberías mostrarme un poco de respeto… al fin de cuentas soy tú hijo… quién te ayudó a planear la destrucción de los humanos…

   -Eres un buen estratega, aunque muy mal guerrero, no sirves Marshall, pierdes la noción del combate, no aprendes nada nuevo… te quedaste en la cuna…

   -¡Eres un maldito demonio!... Quieras o no te eliminaré hoy mismo padre…

   -¿Qué tienes en mente?- Me preguntó…

   -¡Ja jajaja!, Ya lo verás- Le dije robándole un viejo amuleto de su padre… salí corriendo como los atletas de Olimpia… y rápidamente sin que pudiera alcanzarme entre al portal, sentí la mano mover mi remera… eso había estado muy cerca…

   Inmediatamente me puse a resguardo del sol, ropa larga y abrigada, gorro y gorra, un sombrero, campera, guantes… y mucho más… ya sea que si perdía algo otra cosa quedaba…

   -¡Aquí viene!- gritó el general advirtiendo de mi salida… se comenzó a oír el rugido de los motores, también de las aviones, de los tanques… y el paso firme de los soldados… agarré lo que sería mi arma en esa guerra declarada… con lentes de sol miré hacia el portal… nada… no salía nadie… esperamos un momento… creí que había fallado, aunque mi padre no era un precipitado y al final salió a buscarme…

   -¡Marshall!- gritó sin poder ver estando a ciegas por el poder de nuestro omniluminoso sol… al verlo salir inmediatamente conjuré que se sellará el portal… -¿Crees que tú sol podrá contra mí ira?... ¿qué clase de demonio menor crees que soy?... ¡Ni la luz puede dañarme!-…

   Levantó sus manos alzándolas sobre su cabeza, una legión de muertos se levantaba… los humanos veían el asombroso poder de mí padre en un segundo…

   -¡Imaginaba que harías algo así Marshall!- gritó, -¡traer aliados a la batalla que nunca podrías dar por ti mismo!-… aguardó un segundo antes de decir, -Carne contra carne, hueso contra chicle- y un halo oscuro se emano de su cuerpo, una nube oscura parecía corromper la trayectoria de la luz solar…

   -¡Pero qué demonios es eso!- Exclamó un soldado de la tropa… como todos nos asombramos…

   -¡La ira me protege!, ¡La ira me escuda!, ¡La ira será su perdición!- entre gritos mi padre ya no se mostraba calmo ni sereno, era la postal de aquello que nunca había visto, en vuelo aviones arrojaron las primeras cargas de explosivos, parecía cómico porque las municiones no hacían impacto, los misiles y bombas no llegaban a él, no se podía penetrar esa coraza…

   -¡Debes tener muchos más trucos bajo la manga papá!, ¡Con eso sólo no bastará!- le informé, inmediatamente parte de esa coraza etérea se movió para derribar de un golpe a dos aviones… se irguió definitivamente con toda esa corrupción que llevaba, y comenzó a atacar a toda velocidad, los ataques no causaban daño, por lo cual decidí acercarme a luchar cuerpo a cuerpo… mi guitarra mi instrumento para luchar, ¿irónico?

   No, no era irónico porque el hacha era un arma bélica, modificada para ser similar a una guitarra, acondicionada para decirlo en términos más específicos…

   Comencé a flotar, sabía que de esa forma tendría una remota ventaja de velocidad contra él… por su tamaño más que nada…

   Me descubrió en mi intento, me abofeteó con su palma todo el cuerpo… “caramba” dije al ponerme de pie, por suerte había elegido un terreno blando en el que caer… me puse nuevamente de pie, fatigado, sin rendirme… y volví al ataque aunque en esa ocasión por los pies por donde no podía verme, atravesé la coraza de ira y oscuridad sin ningún problema y llegué hasta la altura de su cabeza, me vio como si fuese una mosca a la cual debía matar… aunque fue un poco tarde, el impacto fue en el ojo izquierdo, no caía sangre, salía un líquido muy espeso y de color negro… ahí fue cuando me dije que había cometido un grave error y supe que era irremediable…

   Mi hacha quedó incrustada en el ojo, cicatrizo y no pude recuperarla…

   Salí del lugar al verme impotente… la coraza se desvaneció unos breves minutos y ahí fueron efectivas las armas humanas, el fuego sobre todo… equipos y equipos de hombre chicle antillamas paradójicamente con llamas… si los otros eran suicidas esos eran los peores… -¡Mierda!- dijimos muchos al ver que el área de oscuridad volvía a aparecer, -¡Marshall!- volvió a gritar…

   -Acá estoy, ¿acaso no puedes verme?- le pregunté, me reí tanto, eso hizo estallar de bronca la furia de mi padre…

   -¡La ira de toda la humanidad está concentrada en mí! , ¡Soy la encarnación de sus padres y de sus abuelos!, ¡Soy quien llevará a la extinción a toda su gente!, ¡Incluyendo a los que hayan mutado!- aseguró…

   -Mucho parloteó y poca acción- comentó el rey humano, ¿para qué? Me pregunté con conocimiento de causa de saber cuándo no se debía hacer un comentario tan inoportuno… literalmente desapareció de la faz de la tierra… un rayo de color de la oscuridad salió, monocromático cargado de deseos y ansias de ver desaparecer a la humanidad toda… a aquél que tocaba esa cosa lo volvía poco más que polvo sin excepción…

   -Debo recuperar mi hacha, es la única forma que tengo para causarle daño…

   -Deberías quedarte atrás, lo niños no deben meterse en cosas de mayores- aseguró…

   -Así que decidieron venir a apoyarme- les comenté, viejos amigos…

   -No podríamos dejar que tú padre buena onda por cierto, te matará- aseguró una amiga…

   -Eso sí… bienvenida seas en todo caso…

   El campo oscuro se expandía conforme pasaban los minutos y parecía infranqueable para la humanidad, tan sólo yo… mi tipo de gente podía invadir ese lugar… ingresé sabiendo de las posibilidades de ser nuevamente interceptado, una vez dentro me transforme en vampiro… aumentando así mi masa y pudiendo lucharle de igual a igual a mí padre… mis amigos atacaron a los pies… recibí unos cuantos coscorrones cuando las fuerzas comenzaron a flaquear, no era factible enfrentarlo me daba cuenta en el momento que la enfermedad estaba causándome estragos…

   -¡Te ves deplorable hijo!, ¡Veté de aquí y te perdonaré este acometida!- aseguró mirándome a los ojos, no veía nada detrás, tan sólo un punto con la mayor oscuridad que había visto jamás… y pensar que había visto los ojos de Abadeer… y yo que creía que la maldad estaba del otro lado…

   Desistí, me destransforme y bajé a la tierra como si nada hubiera pasado… una fatiga que nunca había sentido me acompañaba, estaba completamente agitado y sentía un fuerte dolor en el pecho…

   -¿Qué ha pasado?- preguntó un capitán del chicle…

   -no me encuentro bien… estoy devastado, me estoy muriendo- le informé… me sujete el lugar donde debería estar latiendo mi corazón… “caramba” me decía, esto llegó demasiado lejos, debí dejarlo cuando la vieja bruja me lo decía… “caramba”, no puedo estar sintiendo esto… todo eso pasaba por mi mente…

   Me senté a tomar un respiro mientras el mal arrasaba la tropa de mis aliados… miré hacia él… y escuché…

   -No quedan muchos vampiros… ¿no es cierto?- preguntó esa voz que se me hacía familiar, la recordaba y no podía saber de donde

   -Muchos años de guerra, nos llevaron a los pocos que quedamos… en realidad, ya no quedan vampiros, estamos en extinción… como todo lo que se alimenta de la vida…

   -¿No me recuerdas verdad?...

   -¿Eres?… ¿Bonnibel?- pregunté… se sonrió cortésmente…

   -Por lo visto al final era cierto lo que decía Marceline, ella no tuvo nada que ver con lo que nos pasó- advirtió mirando mi pecho, observando minuciosamente el más mínimo detalle…

   -¿Qué puedes hacer por mí?, eres médica, o algo así… ¿verdad?...

   -Científica, y no… no puedo hacer nada por ti… tan sólo decirte que no tengas miedo… puedes morir antes de morir realmente… debes vencer ese pánico Marshall, hay mucha gente que espera algo de ti… hazlo porque alguna vez fuiste un humano también… tú padre ya no tiene ni un gramo de humanidad

   -Escuché señorita Bonni, hay una cosa que no tolero, y es que me digan que debo hacer…

   -Bien, en ese caso me marcho…

   -Una cosa para usted… debería ser más… “amigable”- le dije… le sonreí un poco… y salí flotando…

   

   Por alguna razón que se evadía de mi lógica, ese tipo que se autodenominaba “Marshall” parecía una afección cardiaca, con notables síntomas de descoloramiento al azul, su rostro en comparación al del resto de la humanidad sería el de un típico síntoma de asfixia, ese coloramiento característico estaba presente… otra cosa sospechosa que mostraba era una preocupación excesiva que generaba síntomas similares a la taquicardia y arritmias frecuentes y de diversas intensidades… en otras palabras, estaba sufriendo un colapso, un ataque de pánico

   Por otro lado se veía claramente la situación de desventaja particular de la cual éramos parte, en términos de los generales “la batalla estaba perdida desde un comienzo”, pese a ello el combate seguía, todos persiguiendo una remota utopía filosófica, lograr algo que estaba fuera de nuestro alcance

   -Debemos retirarnos, dejen esto de una vez por todas- Advertidos no hicieron casos a mis palabras, me hacían a un lado, y tuve que planificar aún nuevas estrategias… el tiempo era nuestro peor enemigo, porque del sol dependía mucho nuestra defensa

   Tuvimos que llamar a la tropa pesada, la tropa realmente pesada al campo de batalla, estas con equipo anti-vampiro, con armamento capaz de lanzar hazes de luz unidireccional y concentrados… tardarían horas en realizar la travesía hacia nuestra localización, aun así, “la batalla estaba perdida”…

   Lo miraba al sujeto experimental, al chico vampiro, luchaba, como si luchará por nuestra causa, se enfrentaba a su temor pese a todo… y seguía levantándose aún con las graves quemaduras que el sol le causaba, a diferencia de lo que él había planificado, el sol era su primer adversario… un sutil cambio en su mirada exponía su rencor en ese entonces, se veían afectaciones físicas muy obvias, entre ellas sus orejas perdían la forma, comenzaban a deformarse a moverse sin sincronización, sus cejas no tenían coordinación con los sentimientos manejas, más bien, estaba delirando en pleno auge de la batalla…

   Por otro lado Marcelina quien había ingresado al pleito hacía pocos minutos se la veía vigorosa y apta para dar una lucha larga, a diferencia del sujeto “Marshall” su estado óptimo de salud correspondía sanamente a lo que nosotros llamaríamos “sujeto saludable”… aunque este sujeto parecía evitar la pelea intentando sacar de la zona de batalla a “Marshall”…

   Una acotación más y luego con eso cierro el informé, la cantidad de seres oscuros que salieron desde las lápidas no tiene fin, algo me hace pensar que estos no son seres que salieron de sus tumbas, sino seres de otra dimensión… las formas y figuras vistas no tienen un precedente ni registro en la cadena evolutiva del hombre… sinceramente no sé qué pensar, parecen… “demonios”

   

   -¿Quién eres tú?- Le pregunté…

   -¿Marcelina?, soy Bonnibel, ¿me recuerdas?...

   -¿Bonnie?, ¿Qué rayos te ha pasado?- se sonreía abominablemente… -Estás hecha todo un asco…

   -Verás Marcelina, digamos que mi mutación debió haber tenido algunos pequeños problemitas, nada grave tan sólo necesitó algún tiempo para remediarlo… imaginaras que este suceso es más importante que la coquetería de una…

   -Yo que tú no hubiese salido chica, espantaras a todos… así nadie te va a querer…

   -gracias por el consejo- me respondió fastidiada…

   -Lo siento, discúlpame, no debí decir eso… ¡ohh!, perdón Bonnie, lo lamento…

   -Descuida, sé muy bien que este aspecto no me favorece, aunque de igual manera tú no eres precisamente lo que yo llamaría “hermosa”- Me dijo…

   -¡Sí!, Claro… veo que estas un tanto envidiosa- comente con cierta jocosidad… ella se sonreía… algo me decía que no acostumbraba a un trato tan informal… informalidad que por cierto podía ser para muchos una agresión a sus caracteres de “niños bien”

   -En lugar de hacerme estos comentarios Marcelina, tú debes sería rescatar a tú amigo… esta un tanto debilitado y de seguir así el ritmo del combate, no habrá nada que hacer-… mordí fuerte apretando los dientes… -¡¿Qué?!- exclamé buscando en la borrosa visión que tocaba por humo y oscuridad a Marshall… lo logré ver, estaba tirado en medio de la duna

   Fui a socorrerlo, me dio en mano un amuleto que había logrado quitarle a su padre… en la transcripción decía “dotado del poder de la oscuridad, odio del alma”…

   Luego de poner a resguardo a Marshall corrí hacia lo de Bonnie… -¿Qué dice aquí?- pregunté sin comprender lo que decía… me contó lo que decía… y advertía que ese poder era un poder oscuro obviamente… quien lo usará sufriría graves penurias

   -¡Esto es el odio!, ¡Odio de miles de años de castigo a la raza humana!, ¡Odio de la propia raza humana contra sus semejante!- Gritaba ese monstruo que caía a pedazos en partes, luego volvía a regenerarse… los escuadrones de tropa 5, 6, 7 y 8 hacían su llegada, aunque nadie esperaba que la legión de los vampiros apareciera unida a la tropa de mi padre… el mundo se abrió pedazos de la tierra salieron despedidos al moverse al mismo tiempo, la corteza parecía descascararse, y nos preguntamos si hicimos bien en llevar la guerra a ese punto, una guerra entre dos mundos… y claro la raza humana con ese afán inmenso y admirable de queres sobrevivir pese a las desventajas

   -¡Padre!- Le grité, -¿Qué estás haciendo?, ¡No luches de su lado!- buscaba llamar su atención aunque no me prestaba atención

   -¡Marceline aléjate de la guerra!, ¡Puede ser peligroso para mi niñita!- me decía, y miraba a otra dirección, atacaba con oscuridad como lo hacía el rey vampiro… el sol ya no estaba en el cielo, algo me decía que la batalla había demorado mucho, y que la gente de chicle realmente estaba en graves problemas…

   Agarré a Marshall y lo aleje más del combate, ya que el área había aumentado drásticamente, la zona de lucha no era un punto alrededor del portal de invocación, ahora el mundo una vez más estaba en guerra… los humanos salieron de la nada a enfrentarse como una unidad sin cabeza… siendo aun así una unidad, fue conmovedor

   Las batallas se replicaban en cada región, si antiguamente los caníbales o zombies fueron el rival de la humanidad ahora lo eran sus demonios y sus creencias más profundas…

   -Estás realmente loco Marshall, ¿todo esto hiciste para no morir?- le pregunté…

   -Tenía miedo Marceline, no quiero morir sabiendo que nadie me extrañará- sujete su mano con fuerza…

   -Estas congelado Marshall…

   -Jejejeje, frío- decía entre balbuceos… lo veía y no parecía el mismo tipo que salía conmigo, estaba como si fuese una vela apagada y antes un faro iluminando al océano…

   -No te vas a morir Marshall porque, ¿sabes una cosa?, te quiero, te… amo, yo te amo- le dije…

   -¿Me amas?- preguntó, -¿acaso pude cumplir ese milagro?-... se rió… “jajajaja” comenzó, no me dejó tiempo a responder, -¿me amas amiga?- ratificó…

   -Marshall eres insoportable, un lunático, un ser que no tenía sentimiento, una bestia sin alma… cuando te conocí eras de lo peor… y aun así… tuvimos momentos muy lindos e inolvidables… no quiero que te dejes morir, ¡No te voy a dejar morir!- le grité apretando su mano…

   -No cambias más- me dijo, se puso de pie… -siempre dando órdenes… si la vieja Bonnie tiene que ser más humana en tú caso tendrías que dejarte de preocupar tanto… “jajajaja”, este tipo no puede vencerme, porque soy el legítimo heredero al trono y tú mi esposa quieras o no…

   -¿Marshall?, ¿Estabas lastimado?- Pregunté por curiosidad, me daba la sensación que se estaba muriendo en mis brazos… recuperó su tonó de piel repentinamente… se tocó su pecho y sonrió al sentir nuevamente los latidos de su corazón…

   Fuimos juntos hasta traspasar la coraza de oscuridad que protegía al rey vampiro… con mi hacha impacte con la furia y fuerza de mi forma transformada en su ojo sano, en el ojo derecho… las dos hachas quedaron allí incrustadas, comenzamos a conjurar un hechizo que me había dado la bruja celestial, la barrera de oscuridad se desvaneció y un estallido de luz nos dañó a todos los que estábamos presentes… las hachas salieron despedidas luego de la explosión, Marshall no se quedó adolorido y fue a quitar los objetos rúnicos que brindaban poder a su padre los reconoció de inmediato y quitó los que le daban mayor poder de destrucción

   Al mirar hacia atrás me percaté que volvían las lluvias de munición gruesa, y más y más refuerzos de la nocheosfera copaban la tierra… un gritó nos alertó a todos

   -¡El Lich se ha despertado!

   -¡Madre mía!- exclamé de asombro, era Simón, ¿qué hacía ahí?...

   Sin saberlo, o no sé porque razón había pasado todos esos años manteniendo en prisión al Lich, no puedo decir si con el hielo bastaba, o como lo había logrado… pero el Lich estaba de regreso y los mortales contra los demonios en su eterna lucha…

   Marshall al tener a su padre caído a sus pies no vacilo ni un segundo y dio el golpe definitivo… de igual a igual, de vampiro a vampiro… sin runas ni magia de por medio… Marshall demostraba a su padre que sin todo eso sin esas corazas y esa dureza que le habían dado los siglos… él podía… su padre se desvaneció en el aire como parte de fragmentos de polvos, Marshall no parecía sentir remordimientos, tan sólo se sentía con orgullo de ser el nuevo rey de los vampiros…

   -Padre, está hecho, ahora es mí turno de ser quien nos guíe hacia nuevos horizontes-… al morir el rey vampiro las tropas no regresaron a sus casas, fue una cacería aún peor… sin un patrón que los mandará cada uno era libre de hacer lo que quisiera, y todo se hizo oscuridad, posiblemente el único que haya ganado la batalla fue mi padre, quien se consagró como único dueño de la nocheosfera, aún hecha más ruina de lo que era, las poblaciones de demonios y almas era una porción de lo que había sido unos años atrás… incluso para él fue un error en participar de esa batalla…

   Los vampiros como Marshall había dicho a Bonnie prácticamente se extinguieron, no sólo en esa batalla, no quedaron humanos en la faz de la tierra, si quedaban nadie los encontraba, los únicos que sobrevivieron a la muerte traída por el Lich fueron la gente chicle y quienes sabios prefirieron alejarse de su camino

   El mundo volvía a brillar como contaban los cuentos de ficción que había leído de niña, contaminación por todas partes, el mundo no estaba preparado para eso todavía, no había descansado ni 500 años desde la última vez que había pasado… la ruina, la devastación que sólo el Lich podía traer…

   -Pensamos que únicamente moriríamos los que estábamos allí- comentó un soldado de chicle fragmentado por el suelo, por lo visto lo alcanzaron armas lanzallamas o fuego demoniaco… -¿Qué error cometimos para merecer esto?, ¿Fuimos tan malos?

   -No soldado, descansa, si alguien cometió errores ese no fuiste tú de seguro… fue un honor haber estado junto a ustedes-… le respondió Marshall…

   -¡Santo cielo Marshall!, El Lich- le dije, miramos hacia arriba en nuestras propias cabezas… y luego vaya uno a saber cómo terminamos viéndolo, abrazados, con mucho temor
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dalanszuds's avatar
Genial Master!!!... me encanto!, lastima tanta muerte y destruccion y oscuridad en el mundo... Simon???, no me habia dado cuenta!, supongo que fue a salvar a Betty, cierto?...